Entrevista a Citlali Fabián, creadora visual mexicana miembro del Jurado de Honor de PHotoFUNIBER’20

Entrevista a Citlali Fabián, creadora visual mexicana miembro del Jurado de Honor de PHotoFUNIBER’20

Citlali Fabián forma parte del Jurado de Honor del concurso de fotografía PHotoFUNIBER’20.  La trayectoria profesional de Citlali explora diferentes aproximaciones al desarrollo de su identidad, conexiones con el territorio, movimientos migratorios y lazos comunitarios.

Sus obras han sido expuestas de forma individual en México y Estados Unidos, así como en muestras colectivas en España, Holanda y Argentina.

Citlali Fabián afirma que, mediante la fotografía, es posible ”entrar y observar otros mundos”

Para la artista, una buena fotografía debe “mantener un discurso visual incluso sin la necesidad de una explicación escrita u oral”. Consciente de la importancia de la fotografía para entender comunidades, Citlali afirma que, mediante la fotografía, es posible ”entrar y observar otros mundos”.

Citlali Fabián actualmente desarrolla el proyecto fotográfico Ben’n Yalhalhaj / Soy de Yalálag, en el cual documenta a su comunidad zapoteca-yalalteca alrededor de México y Estados Unidos, siendo esta última parte del proyecto beneficiada por National Geographic Society Grants.

¿Cómo empezaste y por qué a trabajar con la fotografía?

Empecé a practicar fotografía como un acto cotidiano en el negocio familiar. Mi padre tiene un tienda de fotografía, donde pasé gran parte de mi infancia, a veces ayudando, tomando alguna foto de identificación, revelando película en su minilab, tomando ordenes, o a veces sólo jugando.

Hacer fotografía era algo accesible para mí, que me permitía entablar una relación con la gente que acudía a dejar sus fotografías para revelar.

Entendí que esa relación familiar que tenía con las imágenes respondía a la necesidad de conservar nuestras memorias. Así empecé a registrar las mías. Los momentos con mis amigos y familia, que coincidió en ese entonces con el inicio de mi «independencia» como adolescente, pero también con problemáticas sociales que atravesaba la ciudad que residía. Y fue la fotografía la que de cierta forma me motivó a salir al mundo.

Háblanos sobre algún trabajo reciente que hayas hecho: ¿cómo ha sido, ha habido problemas con el equipo, alguna dificultad en fotografiar y cuáles fueron las soluciones?

A finales de año pasado estuve en una estancia larga en Los Ángeles, continuando con mi proyecto fotográfico documental Ben’n Yalhalhj, en el cual documento a mi comunidad zapoteca esparcida alrededor de México, pero también en EUA, particularmente en LA. No era la primera vez que visitaba a mi familia asentada allí, pero siempre estar en un lugar lejano es un reto.

Esta oportunidad me permitió conectar y conocer mejor a mi comunidad yalalteca-americana. Y por supuesto presenciar como nuestra cultura migra y se adapta dependiendo de las necesidades y alcances de la propia comunidad.

Encontré fabulosas similitudes y diferencias en las prácticas religiosas, del lenguaje y sociales. Creo el principal reto al realizar un proyecto documental es precisamente el establecer una relación de confianza con otras personas. Lo más gratificante también y son en las imágenes donde esa conexión existe las que nos permiten entrar y observar otros mundos.

¿Por qué crees que es importante la formación en fotografía?

Creo que, así como es importante saber leer y analizar un texto, lo es, hacer lo propio con las imágenes. Vivimos una era en la que saber entender y analizar los contextos, connotaciones e incidencia de una imagen nos permite generar un criterio.

Como jurado, ¿Qué criterios se tienen en cuenta para elegir una fotografía como ganadora?

Una buena fotografía tiene un balance entre la técnica y el objetivo con el que fue hecha, algo así como «la composición del contenido», es decir mantiene un discurso visual incluso sin la necesidad de una explicación escrita u oral, aunque claro, a veces estas son necesarias y refuerzan lo que vemos en las imágenes.