Opinión de Ana Maria Nagem, alumna del Doctorado en Proyectos de FUNIBER

Opinión de Ana Maria Nagem, alumna del Doctorado en Proyectos de FUNIBER

Ana Maria Nagem, alumna de Brasil becada por FUNIBER del Doctorado en Proyectos de FUNIBER, participó del III Taller Internacional sobre realización de Tesis Doctorales, patrocinado por la Fundación

Durante el encuentro, la estudiante de Brasil compartió su conocimiento en el área de proyectos hablando acerca del desarrollo de un proyecto de arquitectura que facilita la accesibilidad.

¿Cómo la arquitectura puede aportar al desarrollo de la accesibilidad?

La arquitectura aporta de manera substancial al desarrollo y ampliación de la accesibilidad. Las líneas de trabajo de este proyecto son la eliminación de barreras físicas, lo que es el punto de partida para el libre acceso a un edificio o a algún espacio libre de uso colectivo.

En un ambiente cuya arquitectura permite la entrada del mayor número de personas, podemos decir que la arquitectura es libre de cualquier barrera. Eso es un gran paso en dirección al diseño universal, aquel que es proyectado para todos y que permite el uso indiscriminado por parte de individuos en todas sus diversidades físicas, psicológicas, culturales, sociales, raciales, económicas, etc.

 ¿Cómo surgió su pasión en esta área que envuelve la mejoría de la accesibilidad?

En cuanto empecé a entender la responsabilidad de los profesionales productores, planificadores, creadores de los espacios, principalmente los de uso colectivo, percibí que somos importantes actores en la lectura que cada individuo hace del ambiente que utiliza, aunque sea solo de pasaje. Si un ambiente no es más utilizado o es evitado por un grupo de ciudadanos, es porque no ofrece algún tipo de accesibilidad… o es estéticamente cuestionable, inseguro, disgregador, fragmentado, oscuro, insalubre, mal oloroso, de trazado confuso, de difícil lectura y percepción, es decir, no ofrece condiciones mínimas de apropiación. ¿Quién se apasiona por algo que no le toca el alma?

¿En qué proyectos que involucran la mejoría de la accesibilidad ha participado?

Participo en varios proyectos que me realizan enormemente, sobre todo los llamados «espacios de uso social». En este tipo de proyectos es posible pensar la necesidad específica de su usuario y planear ambientes con colores más intensos y vegetación aromática para los que tienen agudeza visual reducida, sin barreras arquitectónicas para atender a los que presentan dificultad de locomoción, mesas, sillas y bancos firmes y más altos adecuados a la fragilidad de los ancianos, señalización clara y bien definida y, finalmente, ambientes aseados, descontaminados, bellos, confortables, acogedores, para atender a las necesidades de todos nosotros.

¿En su ciudad, existen buenas prácticas en esta área? Cuéntenos.

Sí. Belo Horizonte es una ciudad que ofrece espacios muy agradables, para los que se pensó en la eliminación de barreras arquitectónicas, y en las prácticas de proyectos que promueven la inclusión y una percepción, una mirada más amplia del paisaje, como por ejemplo, el jardín sensorial de la Fundación Zoo botánica en la Pampulha, la Plaza de las Aguas en el Parque de las Mangabeiras, y otras islas de proyectos accesibles. Sin embargo, estos espacios son pocos y resultan en islas de accesibilidad, dejando mucho que desear en lo que se refiere a una visión sistémica, amplia y universal de los espacios de la ciudad.

¿Cómo el gobierno puede trabajar con la población para desarrollar medidas que auxilien a las personas con discapacidad?

El primer paso es el conocimiento acerca de lo que es discapacidad y de los principios del diseño universal. A partir de estos conocimientos, es necesario plantear un plan de acción y de concienciación para que toda la población se apropie de la idea de que los espacios de la ciudad deben ser proyectados para todos, utilizados por todos y apropiados por todos, independiente de su limitación o especificidad de utilización de estos espacios.

¿Cuáles son las principales dificultades para implantar un sistema de accesibilidad de calidad?

El desconocimiento de que las personas con discapacidad necesitan de equipos y espacios y hasta de un tiempo mayor para ejercer las mismas actividades que aquellos sin discapacidades.

¿Por qué los modelos antiguos de accesibilidad no son eficientes para todas las personas?

Porque son antiguos, es decir, se basan en parámetros obsoletos. Actualmente se sabe que es necesario permitir que la persona con discapacidad ejerza las actividades que ella consiga ejercer y es importante facilitar, pero no hacerlo por ella. Se garantiza, así, la dignidad de la persona que es útil y capaz para algunas actividades, e «incapaz» para otras, lo que no le quita el valor como ser humano. De este modo busca equiparar oportunidades, conferir autonomía.

¿Cuál sería un modelo ideal de accesibilidad?

Los modelos contemporáneos y actuales de accesibilidad, el diseño de los espacios colectivos, públicos y privados, buscan respetar los principios del diseño universal: uso equitativo, uso flexible, uso simple e intuitivo, información perceptible, bajo esfuerzo físico, tolerancia a errores, tamaño y espacio para aproximación y uso.

¿Cómo los estudios cursados en FUNIBER le han ayudado en su formación en este campo?

Ha contribuido muchísimo. En primer lugar, en la ampliación del conocimiento, lo que tiene impacto inmediato en mi (nuestra) capacidad de articular y crear espacios mejores. En segundo lugar, en cuanto se entienden y conocen las necesidades específicas del otro, dificultades y limitaciones diversas, es posible mejorar y añadir técnicas de proyectos que colaboren con la utilización más amplia de los espacios. Y por último, la divulgación de cada trabajo de los alumnos es una fuente de conocimiento e investigación para otros e incrementa esta corriente que pretende recalificar los espacios urbanos, la utilización por todos, el respeto a las diferencias, igualando oportunidades, en el ejercicio de la ciudadanía.

¿Qué le ha aportado la participación en el III Taller Internacional sobre Tesis de Doctorado patrocinado por FUNIBER?

El intercambio de información, el contacto con los trabajos de otros investigadores, nos ha ampliado la capacidad de pensar en nuestros propios «dilemas», suscitándonos la busca por nuevos resultados, incentivándonos a buscar nuevos paradigmas que fomentan lo que es inédito en las investigaciones que vimos siendo desarrolladas.

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